La autora del texto
Hace 200 años, en el parador de Benavente, cuando Napoleón estaba en España, los franceses vinieron a invadirnos. El castillo fue incendiado por ellos, por los franceses. Los que habitaban en él, eran cinco niños aventureros con ganas de aprender, que se llamaban Diego, Marina, Ander, Laura y Luna. Al ver a los franceses atacar, asustados corrieron hacia un pasadizo, pero Ander, el graciosillo, se asomó por una ventana y les dijo “bon tour”. Marina fue hacia él y lo llevó por todo el pasadizo por una oreja a rastras y el pobre se lamentaba diciendo, mas bien aullando ¡¡¡aauuuu !!!. Luna, Laura y Diego siguieron adelante sin escuchar las tonterías que iban haciendo. Al llegar, Luna se dio cuenta de que la puerta del pasadizo estaba cerrada, dijo: “la puerta esta cerrada ¿qué hacemos?” preguntó ella, mientras que Laura separaba a Ander y a Marina. Dijo Laura “alguien tendrá que ir a por las llaves, pero tendrá que ser el más rápido, y el que haga menos ruido .Dicho esto Ander dejo de pelearse con Marina y alzó su mano y dijo, “por mi, ay, lo siento quise decir yo, pero a molado EE!!” Los franceses que lo escucharon, miraron por la puerta del pasadizo, menos mal que les dio tiempo a esconderse. Juntos, pero sin hacer ruido, fueron a por la llave . Al abrir la puerta dijeron todos “¡¡¡Libres!!!”. Huyeron, pero para ir a buscar a mas habitantes, para vencer a los franceses . Reunieron a todo el pueblo niños, niñas, padres , madres , hermanos, hermanas , abuelos, abuelas, peleando día y noche los abuelos suspirando , las abuelas atacando hasta que finalizo la batalla. Por suerte nadie de Benavente murió. Los franceses aterrorizados de cómo golpeaban las abuelas se marcharon y Diego dijo “Viva, no tendré que llamar más a la ambulancia francesa”. Nuestros amiguitos fueron felices, pero… Los abuelos no tanto, pues eran obligados por sus mujeres a ir a hacer deporte con ellas por no haber hecho nada en la batalla.
Fin