Graduación 2018
Pocas cosas habrá que no os haya dicho en algún momento de estos cuatro
años compartidos. La mayoría de ellas están en ese folio que ahora tenéis en
vuestras manos y que dentro de poco no sé dónde estará.
Los años me han enseñado que es difícil tratar de enseñar lo que para
aprender requiere de toda una vida.
En estas ocasiones se suelen dar unas recetas para lograr el éxito,
olvidando que éste lo imaginamos de maneras que no siempre traen aparejada la
felicidad que se le supone.
Es importante saber qué camino tomar y cuál dejar. También lo es saber hacia
dónde ir. Pero tanto o más que destino y camino es importante cómo afrontamos
el viaje. Hacedlo con entusiasmo en cada
cosa que emprendáis; disfrutad de las
pequeñas cosas; dejad los miedos a un lado; invertid más en buenos amigos que
en cosas; sed honestos; no despreciéis a nadie y alimentad para que crezca ese
proyecto que todos llevamos dentro. Tendréis que cuidarlo cada día, como la planta
de clase, como los cáctus que, a pesar
de sus espinas, darán flores. Y deberéis
esforzaros porque, salvo el regalo de la vida y el cariño de quienes os quieren, pocas cosas salen gratis.
Estos últimos cuatro años habéis sido la tripulación de un barco pirata.
La capitana García lleva tatuados en su
corazón vuestros nombres y os ha embarcado en numerosas e inolvidables
aventuras. Aprended de su inagotable creatividad y entusiasmo. Tentado he estado de ponerme un piercing y de
romper mis pantalones vaqueros, pero no lo he hecho. Sí tengo, como ella,
grabado, el nombre de mi madre. Cuidad de las vuestras.
Mucha suerte y hasta siempre. Besos, ternura.