SALUD, LIBERTAD Y ENTUSIASMO
Permitidme que empiece como suelo acabar este
tipo de escritos. Es decir, dándoos a todos y cada uno de vosotros un gran
abrazo. Quién nos iba a decir que un gesto como el matinal abrazo de Alejandro
en la fila antes de entrar al cole iba a ser uno de los preciados deseos de todas las personas
confinadas.
Hemos tenido ocasión de vivir una experiencia
desconocida para la mayoría de la población. Todo el mundo dice que hay que
sacar lecciones de lo que está pasando. La principal es que la salud no lo es
todo, pero sin ella, todo lo demás es nada. Lo olvidamos hasta que la
perdemos. Cuidad de la vuestra. Ya
sabéis los hábitos que resultan perjudiciales.
También hemos aprendido que tenía razón Cervantes
cuando en boca de don Quijote puso estas palabras: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a
los hombres dieron los cielos”. Hay que valorar el hecho de ser libres para
moverse, para hacer lo que uno desea sin
estar atado por nada que no sea la propia voluntad. Cada cual ha de recorrer su
propio camino.
Si inolvidable os va a resultar la
experiencia antes aludida, estoy seguro de que tampoco podréis olvidar
momentos como los debates en las
Naciones Unidas del CRIE, la visita nocturna al observatorio astronómico de
Joaquín Tapioles, el cumpleaños de una compañera celebrado en el mismísimo
centro de la plaza Mayor de Salamanca ante la mirada atónita del resto de los
viandantes; vuestras participaciones en Benavente contra la violencia de género
y en defensa del papel de la mujer en la construcción de la democracia; el lanzamiento de cohetes espaciales al cielo
de Tiedra y el bautizo de Titán, el telescopio del colegio que siempre estará
asociado a vuestra clase. Tampoco podréis olvidar el espectáculo de Pangea, o
el de Titanic o el cuadro recreado de “La última cena” del pasado carnaval. El
polizón, la violetera, Chaplin, ... Todos habéis sido piezas imprescindibles.
Nadie quedó sin jugar su papel porque el mensaje principal era que todos sois
necesarios protagonistas, porque nadie puede quedar marginado.
En clase habéis aprendido muchas cosas
pero destacaré ante todo un concepto: la responsabilidad. Cada día habéis
tenido que valorar y comprobar que cada uno es dueño de sus actos y que las
recompensas generalmente llegan asociadas a las cosas buenas que hacemos solos
o en equipo con los demás.
Y lo que os resultará imposible de
olvidar es la figura de José Casquero Cabreros, vuestro tutor. No lo digo tan
solo por ser maestro de costura dándole la vuelta a un calcetín por algunos
desdeñado. Lo afirmo porque tiene una virtud que quiero destacar: el entusiasmo
que pone en las ideas que desarrolla en su trabajo con sus alumnos y en su vida
personal. Y destaco este valor porque en la enseñanza es el ingrediente sin el
cual nada se consigue. Que no lo olviden los docentes descansados que
desprestigian este noble oficio.
Poned entusiasmo vosotros también en
los retos que os presente la vida porque disfrutaréis más, llegaréis más lejos
y, lo que es más importante, daréis
sentido a vuestras vidas.
No habrá distanciamiento, lo sabéis.
Aquí tenéis vuestra casa siempre. Sois parte de la historia del viaje de un
colegio que lleva veinte años de singladura. Mucha suerte y hasta siempre.
Benavente, junio
2020
Posdata: Elvira Guerrero Atienza, por
jubilación, y Susana Iglesias y María Ariza, por traslado, dejan el centro. No
hay virus que debilite el cariño que todos les tenemos o que impida el homenaje
que se merecen.
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