Una madre decidió celebrar el cumpleaños de su
hija llevándola a un circo que acababa de llegar a la ciudad.
La niña se sentía feliz y a la vez orgullosa
al ver que cada vez se iba haciendo más mayor.
Cuando por fin llegaron, se dirigieron a las
taquillas.
-¿Cuánto cuestan dos entradas? -preguntó la
madre.
-Tenemos dos precios: 10 euros para los
adultos y 7 euros para los menores de cinco años.
-Está bien -le dijo la madre mientras buscaba
en la cartera dinero para pagarlas-, entonces deme dos de adulto.
El hombre de la taquilla le entregó el cambio
y le dio las entradas.
-¿Sabe, señora...? Podría haberse ahorrado 3
euros, pues yo no me hubiera dado cuenta de que su hija tiene más de cinco
años.
-Sí, lo sé -contestó la madre-, usted no se
hubiera dado cuenta, pero ella sí.
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